Consumir helados ¿todo el año o solo en verano?

Los helados son postres para todo el año. A pesar de que algunas heladerías cierran sus puertas cuando no es verano, en las grandes superficies y otras empresas de helados nos ofrecen una gran variedad de estos productos para consumir en casa,  y también pueden ser consumidos en bares y restaurantes como postre.

 

 

Los helados son más que un postre que apetece cuando hace calor, son un alimento que por las calorías que aporta al organismo humano se constituye como una gran fuente de energía. Además si se trata de un helado con base láctea, también  incluye vitaminas y proteínas, y sin duda son una fuente de hidratación y facilitan los procesos digestivos.

¿Entonces por qué solo consumimos helado en verano? Esto puede cambiar, tal vez no con tanta frecuencia o a tan gran escala, pero de vez en cuando podemos acompañar una buena comida con un helado como postre aunque ya no estemos en temporada veraniega.

También, esto hace que se conviertan en una herramienta más para los restaurantes que tienen que ingeniárselas día a día para ofrecer platos variados y equilibrados, por lo que no deben olvidar que los helados pueden aportar más vitaminas si son a base de frutas,  o más proteínas sin son más bien lácteos.

¿Cómo determinar si un helado tiene la materia prima adecuada para ser de calidad?

Los helados suelen ser fabricados de:

  • Agua
  • Frutas
  • Azúcares
  • Leche y productos lácteos derivados, como leche en polvo, mantequilla, nata, etc.
  • Grasas vegetales
  • Chocolate, café, cacao y cereales
  • Aditivos, como estabilizantes , aromas, colorantes...
  • Huevos y derivados
  • Frutos secos como almendras, cacahuetes, nueces

Obviamente, si los fabricantes utilizan materias primas de calidad, es más probable que los helados lo sean. Se deben comprar helados de productores, artesanos o industriales,  pero de los que tengamos constancia que ofrecen buen sabor en sus productos, sobre todo si vamos a ofrecer estos productos a otras personas.

¿Cuál es el mejor helado?

Ya es sabido que en materia de alimentación, cada cliente tiene sus preferencias.  Hay quienes prefieren los helados más cremosos,  algunos los prefieren de sabores tradicionales,  o bien habrá quienes cada vez que consuman quieren probar sabores diferentes, pero existen algunas consideraciones generales que hacen que un buen helado sea considerado de buena calidad.

Estos son:

  • Buen sabor, que no empalague.
  • Textura suave pero sobre todo homogénea.
  • Color que apetezca.

En cuanto a la textura, un buen helado no debe ser duro.  Ni debe derretirse en un minuto ni tampoco quedarse duro como una piedra después de cinco minutos. Lo ideal es un helado cremoso que te permita disfrutarlo sin tener que  poner esfuerzo para comerlo.

Como se mencionó anteriormente, cada quien tiene sus sabores preferidos, y si estamos hablando de consumo doméstico cada quien podrá elegir el que prefiera.

Ahora bien, si eres el encargado de comprar los helados para un local de restauración, debes procurar elegir  los sabores más tradicionales como son  la nata, la vainilla, el chocolate o la fresa, sin descuidar como posibles opciones otras variedades.

Además, debes tener en cuenta, que parte de tus clientes podrían tener alergia a la lactosa, a los frutos secos, o a ciertas frutas, por lo que deben existir opciones para estas personas.

Una opción, generalmente de muy buena calidad, son los helados artesanos, que se caracterizan por un olor, color y sabor diferente, pero debemos ser precavidos con la escogencia del helado ya que éste no debe tener un olor fuerte, o un sabor muy diferente de lo generalmente aceptado.

En resumen se puede decir que un buen helado puede consumirse fuera del verano y que puede resultar una alternativa deliciosa para un postre. Lo ideal es que tenga un sabor agradable con una textura más bien cremosa, así como un olor y color que resulten más bien naturales y consistentes.

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